sábado, 28 de febrero de 2015

The Imitation Mind of Time: cine de genios, que no cine genial

Esta mañana, echando un vistazo en la -anteriormente librería- Fnac, he visto muy bien promocionado un libro sobre un matemático de nombre Turing. Tenían una pila de edición bolsillo muy bien situada, a la vista de cualquier curioso, por lo que inmediatamente pensé que "este señor debe de haberse hecho famoso por alguna peli". Estoy un poco en la parra, sí. Alan Turing es el matemático y programador británico cuya vida se recrea en The Imitation Game, llamada así porque creo que es lo que han hecho con Una mente maravillosa y con La teoría del todo, entre otras pelis del género genio-brillante-algo-antisocial-con-grandes-logros-pero-destino-trágico. 

Después de ver la película, leí este interesante artículo que me corroboró muchas de las cosas que pensaba. Y como tenía un poco abandonado el blog, allá que voy con mi opinión: básicamente me ha parecido una peli muy mediocre que de alguna manera intenta transmitir un mensaje de reivindicación homosexual y feminista bastante manida. Me explico: de este género de películas que podríamos denominar thriller intelectual, me repatea que se salten rapidito la parte científica dando por hecho que el espectador no quiere perder demasiado tiempo con algoritmos sin saber si al final el nerd se casa con la chica brillante a la par que guapísima (porque la chica, en estas pelis, tiene que ser muy guapa, ya sea tirando a belleza angelical como en el caso de Jane Hawking, o en plan morena  de caderas sexis a lo Alicia Nash). La chica, además, debe ser superinteligente -a ser posible compañera de universidad o de profesión- del prota, para que pueda seguirle en sus devaneos mentales. Suele ser la única que sabe que no está tan pirao como parece y su nexo con el mundo real. Muy visible y muy invisible al mismo tiempo. El síndrome Penny, que no tiene ni apellido. Pues qué quieres que te diga, a mí me interesaba más entender cómo los británicos descifraron los mensajes encriptados de los nazis. 

Y que conste que Una mente maravillosa me parece un peliculón, pero porque el verdadero conflicto dramático es la esquizofrenia y está muy bien representada durante toda la historia. Lo mismo para la salud de Hawking: aunque su teoría sobre el universo se explique con guisantes, no hacen sentir tan tonto al espectador, y además se han ceñido a las memorias de la propia Jane.

Todo lo demás ya lo dice el artículo que he puesto en el enlace. Yo ahora debería estar escribiendo la tesis despeinada, en un cuarto medio oscuro escuchando música clásica y garabateando las paredes, pero se ve que me falta esa chispa de locura creativa, y que la lexicología no se presta tanto. Salud mental para todos.